El maltrato y abuso infantil es el atropello físico y psicológico de un niño por parte de un adulto. También es llamado maltrato y abuso de menores, abuso de infante y abuso y negligencia infantil.
El abuso sexual infantil se refiere a todo acto sexual realizado por un adulto con un menor de edad, con o sin consentimiento del niño, de manera violenta, es decir, por medio de coerción física o psicológica o por medio de seducción. El abuso infantil es un acto considerado criminal por la normativa internacional y de la mayoría de los países modernos, sin embargo no existe consenso sobre los procesamientos jurídicos de los victimarios, y existen diversas interpretaciones sobre el abuso infantil en ciertos estados que evitan un consenso universal.
En el mundo contemporáneo el abuso infantil se encuentra presente tanto en países industrializados, en vías de desarrollo como países pobres. El hecho de que el abuso infantil es más reportado en los países industrializados, no significa que sea menor en los países en vías de desarrollo o del llamado Tercer Mundo. Si bien las estadísticas respecto a los países ricos son mayores, es debido a que la legislación nacional es mucho más elaborada y estricta y existe una mayor vigilancia sobre los Derechos del niño, lo que existe pobremente en los países menos desarrollados. Entre más pobre el país, menor es el control y la educación social y de la sexualidad del individuo. A ello se suman realidades actuales y patéticas como el tráfico infantil, la prostitución infantil y el turismo sexual.
En primer lugar la víctima recibe efectos graves en su salud psicológica que le harán difícil un normal proceso de desarrollo psicosexual. Aunque cada persona tiene sus propias particularidades psicológicas y la salud mental reacciona de diferentes maneras, el niño sexualmente abusado requiere de un largo proceso de recuperación. A esto se debe agregar que los niños de sociedades pobres no tienen las mismas oportunidades de acceso a servicios de salud y terapias como los de sociedades de mejor nivel socio-económico. Por otra parte, se sabe que el porcentaje de casos de abuso sexual reportados es muy inferior a aquellos que permanecen sin denuncia, es decir, la mayoría de los niños abusados sexualmente en todo el planeta no reciben atención psicológica y sus victimarios no son procesados. En muchos de estos casos ni siquiera sus propios familiares se llegan a enterar de un acto similar, el niño vive con eso de por vida y con el tiempo ni siquiera sabe si este hecho realmente ocurrió o si solo fue una pesadilla que tuvo y lo recuerda constantemente.