El Centro Nacional de Adopción en los Estados Unidos encontró que un 52% de los niños adoptables tenían síntomas de desorden de apego. Un estudio de Dante Cicchetti halló que un 80% de niños maltratados y abusados sexualmente exhibían la misma sintomatología. Los niños con historias de maltrato ya sea negligencia física o psicológica, maltrato físico y psicológico y abuso sexual están en riesgo de desarrollar problemas psiquiátricos graves.
Circunstancias que colocan a las familias bajo estrés extraordinario, pobreza, divorcio, enfermedad, la falta de habilidades. Muchos de estos factores pueden contribuir a una tensión familiar que resulta en maltrato y negligencia infantil. Intentar comprender la raíz de las causas del maltrato y el abuso sexual ayuda a determinar los mejores métodos de prevención y tratamiento. Algunos padres no lastiman o descuidan a sus hijos intencionalmente. Muchos de ellos mismos fueron maltratados o descuidados. Los padres alcohólicos o drogadictos tienen mayor posibilidad de desarrollar abuso sexual o negligencia contra sus propios hijos.
Se entiende como maltrato infantil a aquellas acciones que van en contra de un adecuado desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño, que provienen de personas, instituciones o la propia sociedad.
Según Barrios Franco, «se considera maltrato infantil, aquella violencia física y/o emocional generada por actos institucionales de acción u omisión por parte de aquellas personas encargadas del cuidado del niño y del adolescente
Entre las consecuencias del maltrato (entre otras):
Baja autoestima.
Inseguridad.
Depresión.
Sentimiento de inferioridad e inadecuación.
Conducta agresiva, problemas de disciplina y comportamiento ilegal.
Las consecuencias antes mencionadas tienden a producir en la víctima trastornos que lo llevan a asumir conductas desviadas que afectan a la sociedad; por ello, es necesario corregir de raíz el problema, lo cual se logra penalizando legalmente al maltrato infantil.